sábado, 5 de julio de 2008

TRES POEMAS

Un motor sigue tenaz en ese rombo del cielo,
sondea desde lo alto el panorama rebelde
que ofrece la tarde con su maniobra,
incómodo sol y ladridos vaporosos.
El aire juega con el llavero, antes
volvió a equilibrar tu falda
sin la sospecha del mirar altivo
por influencia destinal, aérea busca.


El espectro donde la sal murmura
se corresponde con mi posible abandono...
Más que luces, el mensaje desdobla
la sentencia del fragor de la tarde.


Callado frente a la tormenta:
el secreto de las hormigas vuelve
lejos de cualquier vano compromiso
para extender el afán que las impulsa.
Sin embargo, mi familia navega
como la esperanza del hombre simple
sola navega rumbo a las pasiones
con ojos que hablan por el cielo.

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